No soy yo el mas indicado para decirme esto pero permitirme que afirme que me considero sociable. Si... ya sé que lo puedo ser gracias a la educación de mis padres, pero recuerdo que también bastantes años atrás que había algo fluyendo en el ambiente que empezó a espabilarme, a despertar curiosidad y a comprender que como persona había que dar un pasito más para con la gente a la hora de entablar conversaciones con ellas y así conseguir cosas.
No hay nada que te motive mas que ponerte un reto, sea a la edad que sea, ponerte el mono de trabajo y hacerlo realidad... pues bien de eso voy a hablar y quiero contároslo... mi objetivo en aquella época era conseguir una preciada Empanada Chilena...pero claro...tenia que ser gratis..eso era lo difícil... permitirme que cambie de tercio, dejadme que os quite por un momento de problemas y os lleve a esta época. Allá voy:
3,2,1, flash back!!.
"Tengo alrededor de trece años, y debajo de mi casa, donde jugamos al fútbol en el descampado, acaban de poner otro negocio...con esta edad ya he conocido dos tiendas distintas en el mismo local...parece que por aquí no se vende mucho. El caso es que el olor que desprende...no sé...voy a bajar a dar unas patadas al balón... de paso me entero.
Estoy abajo...dentro del local se oyen ruidos de golpes en una mesa y el olor me gusta..huele a horno, harina, masa o pan...no sé....algo de eso. Aunque vuelvo a recorrer el perímetro y por otras veces que lo he visto abierto, sé que el local es grande y en forma de L, hace esquina en la fachada del edificio y tiene la puerta de metal principal cerrada, ..es sábado, parece algo raro. A lo largo de la pared principal, a metro y medio de altura hay como tres o cuatro ventanas separadas por otros tantos metros, cada una de ellas tiene su poyete o rebaba donde intentar subirme y asomar un poco los ojos y la nariz...a mas no llego. El aburrimiento y la curiosidad hace lo demás.....pienso que con trece años no he pegado el estirón todavía....me pongo encima del balón guardando el equilibrio y agarrándome a los ladrillos finales de la ventana puedo subirme, sentarme tranquilamente, ver al personal, el material y su proceso. En principio y por lo que he visto, no había nada que esconder en aquel trabajo, se trababa de tres personas haciendo masa y con el manejo normal hasta terminar siendo empanadas de media luna pero cuadradas un poquito mas grandes de las que conocemos. En este momento no logro saber que ingredientes reúnen el interior de ellas.. mi vista no da para ver lo que había dentro de los cuencos por la distancia y además el vaho de mi aliento pegando en el cristal no me facilita las cosas.
Uno de los señores levanta la cabeza y me vé, yo le saludo con la mano y él tiene la reacción de un señor mayor, es decir sonrisa de medio lado y saludo gestual con la cabeza, no puede levantar las manos, las tiene llenas de harina, pero lo que sí puede es contarle a las otras dos personas, una señora y un señor que me miraran también y así lo hicieron...nos saludamos también... ya nos conocíamos los cuatro...ellos siguieron con las manos en la masa.Pienso que ya tego entretenimiento para los próximos días...yo tenia que entrar ahí y saber que empanadas son esas. Después de varios días haciendo la misma secuencia de visita logro cazarlos con la puerta abierta en un día de reparto, bajan la furgoneta por el camino de tierra y empiezan a cargarlas...digo..!!esta es la mía!! flechado bajo..quince segundos mas tarde ya estaba ahí delante de la puerta.. quieto, parado y de frente...casi estorbando.. como la niña de la curva cuando te la encuentras en la carretera, como los abuelitos jubilados viendo las obras, vamos...cotilleando y atento a todo lo que se movía. Entiendo por sus voces y forma de hablar que son argentinos, y me lo confirman cuando la única señora que había me dice .... !!!éste....que pasa chaval!!!. yo la contesto con un "hola" un poco mas seco...como de Madrid. En este momento la señora rompe a hablar y me comenta: "te estado viendo estos días asomado a la ventana, ¿te gusta lo que hacemos, no? me comenta que, como suponía, vienen de Argentina, que hacen magnificas empanadas chilenas y que se disponen en estos días a comenzar el negocio buscando tiendas para su comercialización, yo contesté con un !Ah!!...pues vale.
La verdad es que poco me importa sus temas empresariales, de hecho no sé por que unos Argentinos hacen alimentos chilenos, pero mi objetivo es otro..se me echado encima la hora de comer y mi estomaguito pide alimento, me acuerdo en estos momentos que la paga del fin de semana de mis padres ya me la he gastado y no puedo comprarme mi palmera de chocolate. Mientras siguen con la rutina de meter empanadas en la furgoneta le pregunto al señor mas mayor que de que están hechas.... amablemente y de carrerilla me dice los ingredientes ..carne picada, un poco de cebolla , pimiento, atún, tomate triturado y la sorpresa... una aceituna negra con hueso..!!ala! !!con lo que me gustan las aceitunas negras!!...ahora si tengo que conseguir una. Empiezo a bombardearles con preguntas de todo tipo, que como hacen la masa, que cuantas personas hay haciéndolas, que cuanto tardan en prepararlas, que cuantas llevan a las tiendas....de repente cuando están a punto de terminar les pregunto ...¿cuanto vale una?...la señora, justo antes de que el señor mas mayor cierre la hoja de la puerta del furgón, me responde... !unas cien pesetas! ...el señor mayor de nuevo hace un movimiento extraño, cierra las puertas del furgón y aparece su silueta portando en la mano una de aquellas empanadas recubierta por un papel....se acerca y me dice: !!Toma para ti, que me has caído simpático!!...dudo en cogerla.....medio segundo......y doy las gracias."
Buahhhhhh!! que flipe!!! En ese momento no grite pero no os podéis imaginar con que gusto me empecé a comer la empanada, no os podéis imaginar que buena estaba en su punto y recién hecha... con su masa , su relleno y su aceituna negra con hueso... la mejor empanada que he probado nunca, tengo claro que en estas cosas las circunstancias influyen en tu futuro paladar. Despues de que se acabara el negocio y de visitar a mis amigos del extremo sureste de América del Sur, es decir los Argentinos y despues de haberlas probado en distintos tamaños en este local, las intenté buscar en otros tiempos por todos los establecimientos del barrio y como es normal no encontré respuesta. Es por eso que hoy en día, cada vez que entro en algún bar o restaurante y veo algún cartel relacionado con
PD: Ahora hablo mucho con los banqueros a ver si......pero ná de ná...ni la aceituna negra siquiera.
